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El final de la temporada es el momento de recapitular y de mirar atrás. De cara a planificar nuestro entrenamiento futuro, será muy importante saber analizar correctamente que ha pasado y porqué. Vamos a ver cómo podemos realizar un análisis objetivo y útil de la temporada.
Jorge Blasco. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte – Ciclismo y Rendimiento
Para poder hacer un análisis riguroso de lo que ha sido una temporada ciclista, ya sea compitiendo o solo entrenando para mejorar y poder hacer salidas exigentes, el primer requisito es haber recogido datos. Estos datos nos proporcionaran información de los diferentes aspectos de nuestro entrenamiento y de nuestro rendimiento a lo largo de la temporada. Los más importantes que podemos recoger son: el tiempo, la distancia, el desnivel, la cadencia, las pulsaciones y los vatios. Hoy en día la tecnología nos facilita mucho la tarea recogiendo datos imposibles de conseguir hace no mucho tiempo, por lo que nuestra capacidad de análisis es mucho mejor que antaño. Esta tecnología no es barata pero la demanda y la fuerte competencia entre los fabricantes han permitido una importante reducción de precios. El elemento principal será el dispositivo receptor, ya sea un cuentakilómetros tradicional (Cateye, Sigma…) un GPS deportivo específico (Garmin, Suunto, Tom Tom…) un reloj pulsómetro (Polar) o un teléfono móvil con una aplicación específica. Ese dispositivo recogerá los datos directamente o a través de otros sensores (cinta de pecho para el pulso, potenciómetro para los vatios…) Lo ideal sería disponer de todos los datos, pero no siempre es posible, fundamentalmente por motivos económicos. Esto es especialmente cierto para el caso del potenciómetro, el más caro de todos los sensores, aunque también es el que nos aporta la información más útil para nuestro análisis. Además de usar la tecnología para recoger datos es conveniente llevar un diario de entrenamiento donde escribir las sensaciones del día y las distintas circunstancias que han podido condicionar ese día. En este caso esta toma de datos es gratis, aquí no hay excusa económica que valga. Es especialmente importante hacerlo en los días de competición o de salidas importantes, apuntando el resultado y los comentarios sobre ese día. Recuerda que todo lo que no se escribe permanece en el olvido.
Tan importante como el diario de entrenamiento y la recogida de datos en cada salida, será descargar esos datos en el ordenador o en la nube para poder guardarlos y analizarlos. Hay diferentes programas y aplicaciones que podemos usar, unas más completas que otras. Los fabricantes de dispositivos GPS o pulsómetros tienen sus aplicaciones on line. Garmin tiene Garmin Connect, Polar tiene su Personaltrainer y Suunto su Movescount, por citar las de los más importantes. También hay aplicaciones específicas como pueden ser, entre otras, Strava o SportTracks. Y luego las más específicas y potentes para el análisis posterior de datos, ya sean online como Training Peaks, con opción gratuita y opción de pago, o software descargable en el ordenador, como serían WKO+4 en opción de pago, o Golden Cheetah, gratuito y libre. Finalmente, algunos fabricantes de potenciómetros tienen su propio software de análisis, ya sea online como el Cyclo Sphere de Pioneer o en software descargable para ordenador en el caso de Power Tap y su PowerAgent, o de SRM y su SRM Análisis Software. Todos estos son gratuitos. Existen más opciones en el mercado y nuevas van surgiendo, aunque estas sean las más habituales. También queda el recurso tradicional de la hoja de Excell, pero dada la oferta existente no nos parece la mejor opción.
Buceando en los datos
Al final de la temporada, si hemos recogido todos estos datos y los hemos almacenado en estas herramientas de análisis, será cuando podamos mirar atrás y tener una buena imagen de lo que hemos ido haciendo y consiguiendo a lo largo de la temporada. Veamos que debemos mirar y que conclusiones podemos sacar.
Resultados deportivos
Lo primero a analizar serán los resultados y el rendimiento en competición o en los eventos más importantes donde lo hayamos dado todo, ya sean marchas cicloturistas, viajes con amigos o salidas con el club. Es importante ver en qué épocas del año hemos logrado los mejores resultados y los peores para relacionarlo con el entrenamiento previo a esas competiciones. En la tabla 1 tenéis un ejemplo con los datos más representativos del rendimiento en marchas cicloturistas durante una temporada. Habría que añadir una fila más donde recoger la posición final y también sería interesante otra con el tiempo del primero en llegar, aunque esto no siempre es posible si son marchas de velocidad controlada o donde no se dan clasificaciones ni tiempos globales. En el caso de carreras tipo Master el puesto y final junto con el comentario descriptivos de la carrera. Si os fijáis la parte más extensa es la información que nos aportan los vatios. Cuando hablamos de rendimiento físico esos son los datos objetivos, independientemente de la posición final. Se puede hacer mejores vatios que otros años y sin embargo quedar peor, ya sea por mala estrategia, porque el nivel ha sido mayor a otras temporadas o por una avería. Pero los vatios no nos engañan.
*Ejemplo de tabla resumen de los resultados en marchas cicloturistas de una temporada.
En la tabla están destacados los datos de tiempo total y la Potencia Normalizada (NP) absoluta y la relativa al peso. Especialmente en marchas cicloturistas y salidas de gran fondo este dato será la medida real de nuestro rendimiento físico. Si comparamos la misma marcha en distintos años, a mejor NP mejor rendimiento. Para comparar diferentes marchas entre sí debemos tener en cuenta el tiempo, cuanto más cortas más NP sería esperable, y el recorrido, cuanto más desnivel más NP se suele conseguir. Junto a la NP global la potencia media en duraciones medias (10’ o 20’) y la NP en duraciones más largas (30’, 1h o 2h) nos aportan más información. En carreras Master la NP global también será un dato relevante, pero en estas carreras gana importancia las potencias en duraciones más cortas (1’ y 5’) para valorar cuándo hemos rendido mejor o peor. Como veis la FC media en las marchas es muy similar, y apenas nos aporta información.
Resultados en test
Después de ver los resultados en competición nos fijaremos en los resultados de los tests de rendimiento que hayamos hecho a lo largo del año. Como ya sabéis de artículos anteriores los tests de rendimiento máximo son necesarios para poder ir monitorizando la evolución de nuestro rendimiento y también para poder ir actualizando las diferentes zonas de entrenamiento. Recomendamos un mínimo de 2 tipos de test, uno de 3’-6’ para valorar el nivel de VO2max y otro de 20’-40’ para valorar el nivel de umbral anaeróbico. También es interesante controlar la cualidad anaeróbica con test de 1’ y de potencia pico en 2”-5”, especialmente si competimos en pruebas de menos de 1h30’ de duración o donde la capacidad de sprint sea importante. Los test nos dan una información valiosa, por precisa y fácilmente cuantificable, de nuestro nivel a lo largo del año. Sin embargo debemos tener ciertas cautelas ya que los test tienen su cosa. Un día malo siempre se puede tener y pueden darse circunstancias puntuales que justo ese día nos limiten nuestro rendimiento, dando valores que no sean un fiel reflejo de nuestro nivel real en ese momento. También hay ciclistas que no son capaces de exprimirse realmente al máximo en los test, que necesitan del estímulo de la competición. Todo eso demos tenerlo en cuenta, y anotarlo, junto con cualquier circunstancia que creamos qué haya podido influir en nuestro desempeño. Hacer los tests solos o en compañía de otros ciclistas es una forma fácil de alterar el resultado, ya que siempre que estemos con otros ciclistas seremos capaces de exprimirnos una gotita más.
* Ejemplo de tabla con los resultados de los test de rendimiento de una temporada
Nuevamente los vatios serán la medida más fiable. Pero si hacemos los test siempre en el mismo tramo, en subida y donde no sople mucho el viento, la velocidad media si puede ser un indicador fiable equivalente a la potencia. Para esto es muy útil Strava y sus segmentos, la comparativa de todo el año de un segmento por donde pasemos habitualmente y donde solamos ir fuerte nos da una buena imagen de nuestra forma en cada momento del año. En estos casos es importante saber si hemos pasado solos cara al viento o a rueda, ya que no podemos comparar ambos tiempos desde el punto de vista del rendimiento.
Dinámica de la carga durante el año
Con los resultados en competiciones, en los test y nuestros mejores rendimientos de cada mes o semana en función del tiempo, tenemos la imagen de cómo hemos rendido durante el año. Ahora nos falta superponer a esa imagen otra que nos diga de forma resumida y global qué hemos ido haciendo para rendir así. Para ello debemos buscar una gráfica que nos muestre la dinámica de la carga durante el año, es decir, como han ido evolucionando a lo largo de los meses y semanas las principales variables de la carga, el volumen y la intensidad. Para el volumen es muy sencillo, solo con ver la evolución del tiempo de entrenamiento nos vale. Por definición el tiempo es la medida fundamental del volumen de entrenamiento. En ciclismo casi todo el mundo está acostumbrado a hablar de distancia y kilómetros, pero eso puede ser erróneo. No tienen nada que ver 1000km de entrenamiento en Asturias que esos mismos kilómetros en Albacete. Es cierto que para compararse uno mismo con temporadas anteriores nos puede valer porque normalmente se va por los mismos lugares, pero aun así es menos fiable como indicador de volumen que el tiempo de entrenamiento. Debemos separar el tiempo de entrenamiento específico de bici y el de gimnasio u otras actividades complementarias. Junto con el tiempo si puede ser interesante, como extra, ver los kilómetros y el desnivel acumulado.
* Con Strava podemos ver de forma muy visual la evolución del volumen de entrenamiento durante todo el año.
Para la intensidad es más complicado. Realmente no hay un dato donde podamos resumir de forma precisa esta variable. Lo tradicional sería ver la velocidad media, pero es un dato muy variable en función de factores externos. La frecuencia cardiaca media sería una opción más útil pero el problema es que necesitamos la media de la semana o del mes para lograr una visión global. Una forma sería sumar las FC medias de las sesiones semanales, y dividirlas entre el número de entrenamientos de esa semana. Y lo mismo para ver la FC media del mes. Pero lo realmente útil es disponer, nuevamente, de los datos de vatios. Con los vatios podemos obtener un dato de intensidad muy preciso, el Intensity Factor o IF. El IF es el % de nuestra potencia umbral (vatios máximos que podemos mantener 1h) al que hemos realizado la sesión de entrenamiento. Para que sea fiable debemos actualizar el dato de nuestro umbral cuando creamos que se ha modificado. Los softwares específicos de análisis nos dan el IF de cada sesión, la semanal o la mensual. Con el tiempo de entrenamiento y el IF ya tenemos una buena imagen de la temporada, pero podemos precisar más esa imagen añadiendo datos que integren tanto el volumen como la intensidad de cada sesión. Estos serían básicamente dos datos, la energía generada (en kilojulios) y los TSS (Training Stress Score o nivel de estrés del entrenamiento). La energía generada se obtiene por el potenciómetro, a partir de la potencia. Es un dato muy objetivo que refleja muy bien la carga del entrenamiento. Los TSS son un número que junta la duración del entrenamiento y la intensidad mediante el IF. Si hemos hecho 100TSS significaría que hemos estado el equivalente a 1h al 100% (1 de IF) de nuestro umbral funcional. Los TSS de cada sesión se van sumando y nos permiten ver muy gráficamente la dinámica de la carga.
* Gráfica de TSS y de IF durante un año realizada con el software online de Training Peaks.
Conclusiones
Al final de este proceso lo importante es que tengamos una idea clara de cómo ha discurrido la temporada y de cómo ha sido la evolución de nuestro rendimiento en función del entrenamiento que hemos ido realizando. Deberíamos poder respondernos a las siguientes preguntas:
- ¿He logrado los resultados deportivos previstos?
- ¿He mejorado mis test de rendimiento?
- ¿En qué momentos del año he tenido los mejores datos? ¿Han coincidido con los mejores resultados deportivos? ¿Cómo he entrenado las semanas previas a esos resultados?
- ¿Mi volumen de entrenamiento ha sido mayor, menor o igual que otros años? ¿Cómo ha sido su evolución durante el año? ¿Y en comparación con otros?
- ¿Cuándo he entrenado más intensamente? ¿La carga total de entrenamiento ha sido mayor o menor que otros años? ¿Cómo ha evolucionado a lo largo del año? ¿Qué tipo de entrenamientos en hecho en cada momento para lograr esa carga?
Con las respuestas a estas preguntas y otras que nos puedan parecer relevantes para nuestro caso particular podremos ponernos manos a la obra a preparar la siguiente temporada, planteando objetivos, deportivos y de rendimiento, en base a lo realizado los últimos años y a la expectativa de disponibilidad de entrenamiento y motivación de la siguiente temporada.
Si este artículo te ha parecido interesante, podemos ayudarte a optimizar tus entrenamientos.
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2 respuestas
Excelente artículo. Muy instructiva la forma de analizar el rendimiento durante la temporada. Deberíamos de hacerlo todos antes de planificar el siguiente año.
Me parece curioso que tanto en la tabla de test de umbral como en la de VO2Max, mientras que la potencia va aumentado a lo largo del año, el pulso medio y máximo van bajando. Se de más de uno que se disgustaría al ver que su pulso en el FTP baja en vez de subir.
Totalmente de acuerdo en que la mejor forma para cuantificar el volumen es el tiempo. Sobretodo para aquellos ciclistas que simultaneamos carretera y mountain bike, ya que las medias de velocidad y por tanto distancia recorrida son muy diferentes. Ya no te digo para los triatletas.
¡Gracias Miguel!