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A veces me encuentro a algunos ciclistas que, aunque están muy interesados en hacerse un estudio biomecánico el precio del mismo les parece excesivo o simplemente no creen que merezca la pena. Este pensamiento se agrava cuando encuentran que otras personas o tiendas ofrecen “el mismo servicio” a un precio bastante inferior.
Yago Alcalde. Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Máster en Alto Rendimiento Deportivo. Entrenador Nacional de Ciclismo – Ciclismo y Rendimiento
Al respecto, me gustaría exponer una serie de reflexiones:
- Determinar la posición ideal de un ciclista sobre la bici es un proceso realmente complejo, ya que influyen una gran cantidad de variables que debemos tener en cuenta. La investigación científica actual todavía tiene muchas incógnitas que despejar. Por estos motivos, es muy importante que la persona encargada de llevar a cabo un estudio biomecánico posea la formación y los conocimientos requeridos para ello.
- Teniendo en cuenta que el precio medio de las bicis que más se venden están entre los 2000 y los 3000€, no parece descabellado gastarse un 5-10% más en adaptar esa bici a tus características, ya que de nada sirve comprar una bici más ligera o más aerodinámica si la posición encima de ella no es la adecuada para sacarle el máximo partido o simplemente para ir cómodo.
- Instrumentos y herramientas de trabajo. El gran desarrollo tecnológico experimentado en los últimos años también ha llegado al mundo de la biomecánica, y por lo tanto, lo más lógico es aprovecharnos de la tecnología que tenemos disponible para poder conocer con mayor precisión como estamos colocados sobre la bici y como estamos pedaleando. Por este motivo, usar una herramienta de captura de movimiento en 3 dimensiones como Retül supone una gran ayuda para realizar un buen análisis biomecánico. El uso de herramientas de medición estáticas (sin movimiento) así como la técnica de observación visual (a ojo) no se ajusta a la realidad tecnológica actual. La posibilidad de medir de forma dinámica la forma de pedalear de un ciclista supone una gran herramienta no solo para el ajuste inmediato de la bici, sino que también nos sirve para futuras intervenciones.
- Muchas veces, lo barato sale caro. Cada vez acuden a mi consulta más ciclistas que no han quedado satisfechos con el estudio biomecánico que han realizado en otro lugar. No solo es que no han quedado contentos con la primera intervención, lo peor es que no han obtenido respuesta respecto a su descontento con la intervención realizada, o simplemente ya no confían en la persona que les ha analizado. La mayoría de las veces, los malos resultados se obtienen cuando únicamente se usan mediciones estáticas para obtener las medidas de la bici. Mi filosofía de trabajo se basa en conseguir la completa satisfacción del cliente, y por lo tanto, siempre invito a los ciclistas a que me hagan saber qué tal les ha ido con los cambios realizados sobre su posición. Aunque es un pequeño porcentaje de los casos, a veces es necesario hacer una revisión de la supuesta posición ideal, ya que como indiqué con anterioridad hay muchos factores que influyen sobre la posición en la bici que no podemos controlar. Mi objetivo como profesional es conseguir que cada ciclista se sienta perfectamente acoplado a su bici, y no paro hasta conseguirlo.
- Un buen estudio biomecánico nos puede suponer un gran ahorro de dinero a la hora de comprar un cuadro o un componente para la bici. Uno de los peores momentos de mi trabajo es cuando descubro que un ciclista acaba de gastarse x euros en un cuadro que no le vale. Esto no solo sucede con los cuadros. También es muy frecuente encontrarse con:
o Manillares demasiado anchos, demasiado estrechos o con una forma inadecuada.
o Potencias demasiado largas o demasiado cortas.
o Bielas a veces más largas de lo debido.
o Sillines que no se acoplan bien.
o Zapatillas que no se adaptan a las características de los pies del ciclista.
Con la herramienta Retül denominada “Buscador de cuadros” pretendemos cambiar el orden de las cosas. En vez de comprar la bici y luego ajustarla al ciclista, entendemos que es más lógico hacer primero el estudio para determinar el cuadro, el manillar, las bielas y la potencia adecuadas, y así, hacer una compra segura. Para hacer este estudio, no es necesario acudir con la propia bici, ya que disponemos de un potro totalmente ajustable que usaremos para determinar la posición ideal. Una vez acabado el estudio, se entrega un informe con las medidas que se deben poner en la bici del ciclista. Este informe se acompaña de unas sencillas instrucciones que facilitan este proceso.
- No tener ninguna molestia o ningún dolor no tiene porque ser equivalente a ir bien colocado sobre la bici, aunque muchas veces así es. A veces aparecen ciclistas que aunque se ven cómodos sobre la bici, después de hacer algún pequeño cambio notan que van incluso mejor.
- Cuando el trabajo está bien hecho, las medidas óptimas que se obtienen tras el análisis biomecánico nos sirven prácticamente para toda la vida, es decir, que se puede decir que es un gasto único.
- Tiempo empleado. Se necesitan al menos 2 horas para poder determinar la posición idónea de un ciclista sobre la bici. No se trata solo de medir algunas cosas sino de detectar que se puede mejorar y hacer los cambios que haya que hacer hasta dar con la posición óptima.
Si este artículo te ha parecido interesante, podemos ayudarte a optimizar tu posición.
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